Un gimnasio es condenado a readmitir a un monitor al que había despedido cinco días después de haber pedido vacaciones. Además deberá abonarle los salarios de tramitación y una indemnización de 7.500 euros por daño moral.
La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Galicia considera en su sentencia que se trata de un despido nulo, ya que la empresa pretendió disfrazar como un despido disciplinario lo que en realidad era una represalia directa por haber pedido el trabajador el disfrute de sus vacaciones.
Los hechos del caso:
El trabajador, que prestaba servicios como monitor a tiempo parcial en un gimnasio, solicitó por escrito a su supervisor en enero de 2023 el disfrute de una semana de vacaciones en febrero del mismo año (vacaciones correspondientes a las no disfrutadas del año anterior). La solicitud se realizó a través de WhatsApp, y el supervisor respondió indicando que revisaría la disponibilidad de días, pero que no había problema con el disfrute de las vacaciones.
Sin embargo, solo cinco días después de la solicitud, la empresa comunicó al trabajador su despido disciplinario por «faltas laborales muy graves», alegando bajo rendimiento. A pesar ello, posteriormente la empresa reconoció la improcedencia del despido y abonó al trabajador una indemnización de 1.384 euros.
No conforme con esta decisión, el trabajador decidió demandar a la empresa. El juzgado de primera instancia declaró la improcedencia del despido, pero solo le concedió una indemnización adicional de 124 euros. El trabajador recurrió la sentencia alegando que el despido fue una represalia por haber solicitado sus vacaciones.
El Tribunal Superior de Justicia de Galicia le dio la razón al trabajador y declaró la nulidad del despido, basándose en los siguientes argumentos:
- Existía una clara conexión temporal entre la solicitud de vacaciones y el despido. La proximidad temporal entre ambos eventos, junto con la falta de una causa real y justificada para el despido, evidenciaba una relación causal entre ambos hechos.
- La empresa no pudo acreditar la existencia de una causa real y justificada para el despido. La empresa alegó bajo rendimiento como motivo del despido, pero no pudo aportar pruebas suficientes para respaldar esta afirmación. En cambio, lo que sí era demostrable es que el trabajador había cumplido con sus obligaciones de manera satisfactoria durante su tiempo en la empresa, sin ningún reproche por ésta hasta el momento del despido.
- Las circunstancias del caso evidenciaban que el despido fue una represalia por parte de la empresa. El hecho de que el despido se produjera solo cinco días después de la solicitud de vacaciones, junto con la falta de una causa real y justificada, y el reconocimiento posterior por parte de la empresa de la improcedencia del despido, dejaban claro que el despido no tenía otra explicación que la represalia por parte de la empresa ante la solicitud del trabajador de disfrutar de sus vacaciones.
Como consecuencia de la nulidad del despido, el tribunal decretó la obligación de la empresa a:
- Readmitir al trabajador a su puesto de trabajo.
- Pagarle los salarios atrasados desde la fecha del despido (salarios de tramitación).
- Pagarle una indemnización de 7.500 euros por daño moral, al considerar que el despido le había causado un perjuicio psicológico importante.
Este caso es un claro ejemplo de cómo las empresas no pueden utilizar el despido como herramienta para disuadir a sus trabajadores de ejercer sus derechos. El derecho al disfrute de las vacaciones es un derecho fundamental de los trabajadores y las empresas deben respetarlo.
En caso de que un trabajador sea despedido después de solicitar sus vacaciones, es importante que acuda a un abogado para que le asesore sobre sus derechos y las acciones que puede emprender. La legislación laboral española protege a los trabajadores frente a este tipo de represalias, y es importante que los trabajadores conozcan sus derechos y no duden en defenderlos.
Este caso también sirve como ejemplo de la importancia de que los trabajadores documenten adecuadamente todas sus comunicaciones con la empresa. En este caso, la solicitud de vacaciones del trabajador se realizó por escrito a través de WhatsApp, lo que permitió al trabajador demostrar la fecha y el contenido de la solicitud.
Es importante que los trabajadores conserven copias de todas sus comunicaciones con la empresa, ya que estas pueden ser pruebas cruciales en caso de que se produzca un conflicto laboral.