La pregunta de si un hijo puede negarse a ver a su padre genera dudas y confusiones. En principio, la respuesta legal es un contundente NO. Sin embargo, existen excepciones en las que la negativa del hijo podría estar justificada, pudiendo incluso llegar a la pérdida del derecho de visitas por parte del padre.
Tras una ruptura de pareja, es común que los hijos bajo la custodia de uno de los progenitores (generalmente la madre) se resistan a ver al otro (generalmente el padre). En este artículo, nos centraremos en la situación en la que un hijo rechaza rotundamente cualquier contacto con su padre por ser el caso más habitual.
Es fundamental recalcar que tanto el hijo como los padres están obligados a cumplir con el régimen de visitas establecido en la sentencia de divorcio. El incumplimiento de este régimen puede tener graves consecuencias legales para el progenitor que lo incumple, tanto si el incumplidor es el progenitor custodio como si es el no custodio.
Contenido
- 1 ¿Cuándo puede un hijo negarse a ver a su padre?
- 2 ¿A qué edad podría un hijo decidir no ver a sus padres?
- 3 ¿Qué puede hacer la madre cuando un hijo no quiera ver a su padre?
- 4 Suspensión o restricción del régimen de visitas
- 5 ¿Qué puede hacer el padre si no se cumple el régimen de visitas?
- 6 Sanciones por el incumplimiento
- 7 Resumen esquemático
¿Cuándo puede un hijo negarse a ver a su padre?
La ley contempla situaciones excepcionales en las que la negativa del hijo a ver a su padre podría estar justificada:
- Maltrato físico o psicológico: Si el hijo ha sido víctima de maltrato por parte del padre.
- Abuso sexual: En caso de abuso sexual por parte del padre, la negativa del hijo a verlo es totalmente válida.
- Negligencia grave: Si el padre ha mostrado una negligencia grave en el cuidado del hijo.
- Riesgo para la salud mental o emocional del hijo: Si el contacto con el padre representa un riesgo para la salud mental o emocional del hijo.
En todos estos casos, es crucial que se busque ayuda profesional para confirmar y documentar la situación y obtener el apoyo legal necesario. Un psicólogo infantil debe evaluar la situación y emitir un informe que sustente la negativa del hijo a ver a su padre.
Es importante recordar que cada caso es único y debe ser evaluado individualmente. La decisión final sobre si un hijo puede negarse a ver a su padre siempre estará en manos de un juez, quien tomará en consideración las pruebas y testimonios presentados por las partes involucradas para constatar que realmente existe una situación peligrosa para el menor.
¿A qué edad podría un hijo decidir no ver a sus padres?
La autonomía de los hijos en materia de visitas a sus padres es un tema igualmente complejo que depende de diversos factores. En general, mientras los hijos no alcancen la mayoría de edad, su capacidad de decisión sobre las visitas a sus padres es limitada. La custodia se establece en base al interés superior del niño, y son los padres, no los hijos, quienes tienen la responsabilidad de cumplir con las órdenes judiciales al respecto.
En el caso de hijos mayores de 15 años, los tribunales reconocen que, si bien son menores de edad, sus opiniones son importantes. Limitar su libertad durante las vacaciones o fines de semana puede ser complicado. Si el progenitor custodio demuestra que ha hecho todo lo posible para que el hijo cumpla con el régimen de visitas y este se niega a hacerlo, es poco probable que el tribunal declare que existe desacato.
¿Qué puede hacer la madre cuando un hijo no quiera ver a su padre?
Es fundamental que la madre converse con el hijo para comprender las razones del hijo para no querer ver a su padre. Se debe transmitir al niño que debe relacionarse tanto con su padre como con su madre y animarlo a realizar las visitas.
Si el diálogo con el hijo no es fructífero, la madre debe informar al padre de la situación por escrito, dejando constancia de la comunicación. Si es posible, se recomienda que ambos padres dialoguen para buscar una solución conjunta y comprender las perspectivas del hijo.
Las causas de que un hijo no quiera ver a su padre son muchas, a veces, la causa es la existencia de una nueva pareja o un nuevo núcleo familiar, el apego al entorno materno o conflictos entre los progenitores, lo que provoca que el niño se sienta incómodo e inseguro. Sin embargo y desgraciadamente algunas veces se debe a la manipulación por parte del progenitor custodio, llegando a provocar al niño un síndrome de alienación parental.
Por supuesto, si el motivo alegado por el niño es una situación de maltrato o cualquier otra situación justificada, la madre debe asegurarse y aclarar lo que ha ocurrido, siendo lo más aconsejable acudir a un psicólogo especialista para que determine si el menor dice la verdad (no siempre es así). En caso de serlo, se deberá proteger al menor y tomar las medidas más favorables para él.
Suspensión o restricción del régimen de visitas
Si existen motivos graves que lo justifiquen, se podrán suspender o restringir las visitas.
Para ello se iniciará un procedimiento judicial con intervención del Ministerio Fiscal, en el que se evaluarán las pruebas aportadas por ambas partes y la opinión del menor (si este tiene la edad suficiente) para acreditar los hechos relatados por el menor. Se deberán presentar pruebas como informes psicosociales, exploraciones del menor, grabaciones de conversaciones entre las partes o incluso fotografías.
¿Qué puede hacer el padre si no se cumple el régimen de visitas?
Hay que tener en cuenta que no cumplir el régimen de visitas, tanto por parte del progenitor custodio como del no custodio, supone un incumplimiento injustificado de sentencia.
¿Qué se considera incumplimiento?
Se considera incumplimiento cuando uno de los progenitores impide de forma reiterada al otro ver a su hijo, tal y como se establece en el convenio regulador o en la sentencia judicial. Un simple retraso puntual en la entrega del menor no se considera incumplimiento.
Pasos a seguir si se incumple el régimen de visitas
- Intentar llegar a un acuerdo: El diálogo entre los progenitores es siempre la mejor opción para buscar una solución amistosa que beneficie a todos, especialmente a los hijos.
- Requerimiento previo: Si no se llega a un acuerdo, se debe enviar un requerimiento fehaciente (burofax) al progenitor incumplidor instándole a cumplir con lo establecido.
- Demanda ejecutiva: Si el incumplimiento persiste, el progenitor afectado debe presentar una demanda ejecutiva de la sentencia o convenio regulador ante el juzgado que dictó la sentencia o convenio.
Es fundamental reunir todas las pruebas posibles sobre el incumplimiento, como mensajes de WhatsApp, grabaciones de conversaciones, correos electrónicos o testigos.
Desde el juzgado, se instará al progenitor incumplidor para que cumpla, dándole aviso de que, en caso de persistir en su desobediencia, podría incurrir en un delito de desobediencia a la autoridad del artículo 556.1 del Código Penal.
Sanciones por el incumplimiento
Si persiste la vulneración tras el requerimiento judicial, el juez puede imponer multas coercitivas al progenitor incumplidor de forma mensual durante todo el tiempo que continúe incumpliendo y en la cuantía que el juez estime conveniente, conforme al artículo 776.2ª de la Ley de Enjuiciamiento Civil. Además de la multa, se prevé una pena de prisión de 3 meses a un año o multa de 6 a 18 meses al haber incurrido en un delito de desobediencia a la autoridad.
Se podrá presentar denuncia en comisaría por el incumplimiento del régimen de visitas, aunque, si bien no tendrá relevancia penal, son una forma de alegar que existe una negativa por el progenitor custodio a entregar al menor y, también, que se ha intentado cumplir el régimen de visitas por parte del progenitor no custodio.
El juez puede modificar el régimen de visitas para evitar futuros incumplimientos, e incluso establecer un «Punto de Encuentro Familiar» para la entrega del menor.
Además, el progenitor perjudicado puede solicitar una indemnización por daños morales si se demuestra que el incumplimiento le ha causado un daño psicológico significativo.
Resumen esquemático
¿Cuándo puede un hijo negarse a ver a su padre? En principio, un hijo NO puede negarse a ver a su padre, sin embargo, si se da una causa suficientemente justificada, se podrán prohibir las visitas, pero sólo podrá hacerlo un juez. Estas causas son:
- Maltrato físico o psicológico: Si el hijo ha sido víctima de maltrato por parte del padre.
- Abuso sexual: En caso de abuso sexual por parte del padre, la negativa del hijo a verlo es totalmente válida.
- Negligencia grave: Si el padre ha mostrado una negligencia grave en el cuidado del hijo.
- Riesgo para la salud mental o emocional del hijo: Si el contacto con el padre representa un riesgo para la salud mental o emocional del hijo.
¿A qué edad podría un hijo decidir no ver a sus padres?
Menores de 15 años: La decisión final sobre si un hijo puede negarse a ver a su padre siempre estará en manos de un juez, a través de un procedimiento reglado, quien tomará en consideración las pruebas y testimonios presentados por las partes involucradas.
Mayores de 15 años: Los tribunales reconocen que la opinión de los hijos de estas edades es importante, pero es el juez quien decide.
¿Qué puede hacer la madre cuando un hijo no quiera ver a su padre?
- Dialogar con el hijo: Para comprender las razones y animarlo a realizar las visitas.
- Informar al padre por escrito: Si el diálogo no es fructífero.
- Buscar ayuda profesional: Si el motivo es una situación de maltrato e, incluso, si el motivo es injustificado.
Suspensión o restricción del régimen de visitas
Se podrá solicitar al juez si existen motivos graves que lo justifiquen.
Se requiere un procedimiento judicial con pruebas y podrá tenerse en cuenta la opinión del menor, pero será el juez quien decida.
¿Qué puede hacer el padre si no se cumple el régimen de visitas?
Intentar llegar a un acuerdo con la madre.
Enviar un requerimiento previo al progenitor incumplidor.
Presentar una demanda ejecutiva si el incumplimiento persiste presentando todas las pruebas que pueda reunir para constatarlo.
Sanciones por el incumplimiento
Multas coercitivas mientras dure el incumplimiento.
Pena de prisión de 3 meses a un año o multa de 6 a 18 meses.
El padre afectado podrá solicitar una indemnización por daños morales.
Modificación del régimen de visitas
El juez puede modificar el régimen de visitas para evitar futuros incumplimientos, pudiendo establecer un «Punto de Encuentro Familiar» para la entrega del menor.
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